sábado, 19 de octubre de 2013

A usted, que hoy no hace más que refunfuñar y hacerse el serio, que antes de meterse de lleno en la rutina tuvo un corazón que lo puso a recorrer esquinas, no le parece que para salirse de tanto susto y disgusto, serìa conveniente volver a las andanzas de antes, tomar de nuevo el telefono y decirle  cuanta cosa se le ocurra, que importa que al principio la vaina le quede grande y se embolate buscando el tiempo difuso de un verbo... Y antes de hacer mala cara y decir que estas cosas no son de grandes o no son d su tipo, aflójese un poco el alma y piense en lo bueno que seria andar sin temor a que lo vean,solo sintiendo por ella, releer una nota escrita por ella e imaginar  que ese papel tiene un olor muy especial porque es para usted y nadie más, eso, y ahí empezar a sentir que lo zapatos no le quedan tan estrechos y que a fin de cuentas no es tan mal  y la mesera que le entregue el almuerzo  lo mire(a usted) diciéndole qué le pasa y usted nada, que a veces me dan calambres y en el interior sintiendo que lo que le da es envidia de los grafiteros que si  escriben en los muros un te quiero tanto,  tanto te quiero, perdóname, pero este amor me está matando, 

¡te voy a acusar de intento de homicidio!

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