jueves, 7 de octubre de 2010

osito barrigon

Tantos meses con aquel osito barrigón y no me había dado cuenta que tenia la nariz marrón, no pienses que es porque lo guardo en el rincón de mi armario o debajo de mi cama o en una caja de cachivaches, porque es él quien ha espantado esos monstruos que solían salir en la noche, lo tengo en mi mesita de tras-noche habitada por una lámpara negra, un porta retrato, un reloj que marca las 12:32 am y que parece un juguetico sacado de toy story, un saca puntas, un lapicero azul y un chicle masticado de anoche con forma de cerebro. Ese osito me mira muy misterioso y pícaro pero no me intimida, por el contrario, recuerdo tantos momentos divertidos que pasamos, ¿acaso coleccionas sonrisas? Que haces con todas esas que has logrado sacar de mis labios y de mi alma?

Alguna vez le dije a alguien que era inevitable mirar el osito y terminar sin una sonrisa, porque siempre me viene a la mente la forma en como me lo regalaste, la emoción de recibir mi primer osito, (siempre había querido saber que se sentía cuando te regalan un oso con un lindo moño, en una bolsa violeta con olor a hombre) y pensar que ese osito viajero no solo es viajero por haber llegado hasta mi puerta aquel día, sino también, por traerme con el momentos bonitos y las palabras dulces sin sabor, más sinceras que llegan cuando mi corazón se pone tan frio como un iceberg y mis oídos tan sordos como una guitarra mal hecha.

Ese osito mira como tú, y me escucha como tu ¿acaso se te escapo un pedacito de alma en la bolsa violeta cuando me lo regalaste?

No hay comentarios:

Publicar un comentario